La Soldadora

La soldadura utiliza transformadores eléctricos que transforman los valores de voltaje y amperaje de la red pública (220V y generalmente 60 amp) a valores requeridos para los procesos de soldadura generalmente valores mayores a 90 amperios y voltajes menores a 50 V.

Este transformador eléctrico es conocido como la soldadora eléctrica y puede ser de varios tipos, de corriente alterna que son los más básico y económicos. Luego tenemos equipos de corriente continua que estabilizan el arco de soldadura generando cordones soldados de mejor apariencia y calidad.

Tipos de Soldadora

También existen motosoldadoras, que son equipos autopropulsados por un motor de combustión (de gasolina o diesel). Este tipo de soldadoras son utilizados en el campo o en zonas donde no hay acometidas eléctricas.

El desarrollo de los procesos de soldadura requiere un mantenimiento y control de las soldadoras, al punto que hoy existen en el mercado soldadoras láser. Estas soldadoras a láser enfocan un rayo de luz para generar el calor requerido para fundir el metal base y los materiales de aporte.

A continuación, te compartimos algunas recomendaciones esenciales para el uso de tu soldadora.

1. Prioriza la seguridad: La protección personal es fundamental al soldar. Asegúrate de usar guantes resistentes al calor, gafas de seguridad o visores de soldadura, y ropa adecuada que cubra tu piel para evitar quemaduras. También es importante trabajar en un espacio bien ventilado para reducir la exposición a humos tóxicos.

2. Prepara el área de trabajo: Mantén tu espacio de trabajo limpio y libre de materiales inflamables. Organiza tus herramientas y asegúrate de tener un extintor cerca, por precaución.

3. Configura correctamente tu equipo: Verifica que la soldadora esté conectada a una fuente de alimentación adecuada y ajusta los parámetros según el tipo de metal que vayas a soldar. Consulta siempre el manual del equipo para realizar los ajustes correctos.

4. Practica antes de proyectos importantes: Si eres principiante, dedica tiempo a practicar en piezas de metal sobrantes antes de trabajar en proyectos grandes. Esto te ayudará a dominar la técnica y obtener mejores resultados.

5. Mantén tu soldadora en buen estado: Un mantenimiento regular es clave para prolongar la vida útil de tu soldadora. Limpia el equipo después de cada uso y revisa los cables, conexiones y consumibles para garantizar su funcionamiento óptimo.

Siguiendo estas recomendaciones, no solo trabajarás de manera más eficiente, sino que también te asegurarás de mantener la seguridad en todo momento. ¡Manos a la obra!

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